Este proyecto aborda la necesidad de que las escuelas se centren en las inteligencias múltiples, aprendiendo a crear aulas más activas y utilizando espacios al aire libre, en los que los niños tienen más libertad. Se elaboró durante la pandemia del COVID, cuando aumentó la necesidad de utilizar espacios abiertos en el aprendizaje.
Además, las pedagogías activas y verdes sitúan a los niños en el centro del proceso de educación y aprendizaje, atendiendo a sus sentimientos y creando una comunicación más fluida que puede utilizarse también en escenarios virtuales. Estas dos pedagogías dan el cambio a los niños para que interactúen con un espacio del aula diferente, ayudándoles a desarrollar las competencias clave a un ritmo diferente e integrando a todos los niños en los diferentes procesos de aprendizaje.